¿Cómo esperas que sea tu web?
¿Qué es lo que consideras más importante de una web?
¿Que sea sencilla? ¿llamativa? ¿fácil de usar? ¿que la navegación sea clara? ¿Que te gusten los colores?…
Hay muchas respuestas porque hay muchos gustos diferentes, pero lo más importante que no debería faltar en ninguna respuesta es:
Quiero una web a la que los usuarios lleguen cuando buscan lo que ofrezco y que convierta a los usuarios en clientes.
Y si pudieras hacer una lista de deseos...¿qué pedirías?
¿Lo has pensado alguna vez? Si pensaras en las características de tu página web ideal, ¿qué incluirías en la lista? ¿cuáles serían tus prioridades?…
Pero recuerda: los deseos no son ilimitados. Si tienes claro el orden de tus prioridades, el resultado final se acercará mucho más a lo que quieres conseguir.
Tu página web debe estar orientada a los usuarios que quieres atraer pero sin dejar de reflejar tu personalidad y la imagen que quieres proyectar. El visitante de tu página web debe de sentir después de la visita que te ha conocido, que ha conocido los productos o servicios que ofreces, y lo más importante: que le has transmitido el valor que te diferencia a ti o a tu negocio de tu competencia.
Es importante que tu página web sea accesible desde cualquier dispositivo, ya sea un ordenador, una tablet o un teléfono móvil. Tu cliente potencial puede estar en cualquier sitio y sería una pena no poder llegar a conocerlo porque no pueda acceder bien a tu contenido porque la usabilidad desde un dispositivo concreto no esté optimizada.
Una página web en la que hay muchísima información que no está bien organizada y en la que el usuario puede perderse y no ser capaz de llegar a la misma página donde el día anterior leyó algo que le interesó produce confusión y desconcierto en el usuario. No es la imagen ni la sensación que queremos transmitir. La información debe estar bien organizada y estructurada.
¿Quién no quiere una página web que no sea lenta? Y que no dé problemas cuando un usuario intente contactar contigo a través de ella, que no contenga enlaces vacíos que no llevan a ningún sitio… una web que funcione, que haga sentir al usuario que las cosas funcionan, porque si nuestra web no funciona… ¿qué imagen estamos dando de la calidad de nuestro trabajo?
Es fundamental que el visitante de tu web comprenda claramente los beneficios de elegirte a ti, que pueda acceder a ti desde tu web de forma sencilla, que la página le guíe en su decisión exponiendo con claridad y transparencia lo que ofreces y cómo puedes ayudarle a resolver su problema. Todo ello se consigue con un trabajo previo al diseño web, y con un método durante la realización del diseño.
La página web ha de ser atractiva. No es necesario que sea compleja, pero debe resultar agradable de leer, que no canse. Los colores deben estar en sintonía con tus colores corporativos. Si puedes ofrecer imágenes reales de tu negocio y de las personas que hay detrás de tu negocio generarás confianza.
Hay elementos importantes que cuentan mucho más para el atractivo de una web que los efectos o florituras. El diseño puede ser más o menos elaborado pero hay que analizar por qué y qué impacto puede tener en tus usuarios objetivo.
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